Las cualidades maternales innatas de las mujeres, su poder de creación, de dar la vida, constituyen su fuerza más grande. Y
este poder puede posibilitar que las mujeres realicen un cambio mucho
más profundo en la sociedad del que los hombres pudieran hacer.
Las mujeres deben recuperar su fuerza y su coraje.
El coraje es un atributo del espíritu. No se trata de una virtud del
cuerpo. Las limitaciones a las que se creen sometidas las mujeres no son
reales. Cuando desarrollen la fuerza de vencer estas limitaciones
imaginarias, nada podrá detener su marcha hacia delante en todos los
ámbitos de la vida. Ellas tienen el poder. Ya está ahí, presente en
ella…
En
la India antigua, cuando un marido hablaba de su esposa utilizaba los
términos que significan “aquella que orienta a su marido en los viajes
de la vida”, “aquella que orienta a su marido en la vía de la rectitud y
de la responsabilidad”. De hecho, las mujeres han sido consideradas
encarnaciones de la Energía Suprema.
Los
hombres también han sufrido enormemente el exilio del principio
femenino fuera de este mundo. Las mujeres no son las únicas que han sido
oprimidas, pues el aspecto femenino contenido en todos los hombres ha
estado reprimido y, como consecuencia, la vida de los hombres se ha
vuelto parcelada, a menudo dolorosa.
Solo
el amor, la compasión y la paciencia, cualidades fundamentales de las
mujeres, tienen el poder de disminuir las tendencias intrínsecamente
agresivas e hiperactivas de los hombres. De la misma forma, las mujeres
necesitan las cualidades masculinas para no quedar inmovilizadas por su
bondad y pureza. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población
mundial. Cuando les negamos la libertad de ocupar un puesto relevante y
el estatus elevado que debería ser suyo en la sociedad, cuando les
negamos esto, la sociedad pierde entonces lo que las mujeres podrían
aportarle. En realidad, el hombre es una parte de la mujer. Todo niño
está primero en el seno de su madre… el masculino está contenido en el
femenino.
Hay
dos tipos de idiomas en este mundo: el idioma del intelecto y el idioma
del corazón. La agresividad es la naturaleza del intelecto, brusca y
racional. La compasión es, en cambio, la naturaleza del idioma del
corazón ligado al principio femenino. Desafortunadamente, en el mundo
actual el idioma del intelecto es el que prevalece, y no el del corazón…
La
noción del amor ha sido desnaturalizada, y por ello el mundo está lleno
de conflictos, de violencia y de guerra. Las mujeres son la energía y
el mismísimo fundamento de nuestra existencia en este mundo. Cuando
pierden el contacto con la realidad de su ser, la armonía de la
naturaleza, el equilibrio del mundo se rompe para dejar paso a la
destrucción. Es por tanto crucial que las mujeres del mundo entero hagan
el mayor esfuerzo posible para redescubrir su naturaleza fundamental,
pues sólo así podremos salvar el mundo…
¿Y cuál es el ABC de una mujer? ¿Cuál es la fibra íntima del ser de una mujer? ¿Qué constituye su existencia?
Son estas cualidades innatas, los principios esenciales del amor
materno. Independientemente del ámbito en el que una mujer decida
trabajar, no debería olvidar las virtudes que le han sido otorgadas
graciosamente por Dios, por la naturaleza. Una mujer debería llevar a
cabo cada uno de sus actos manteniéndose siempre firmemente anclada a
estas cualidades. Así como el ABC constituye los cimientos del alfabeto,
la cualidad de madre es la naturaleza fundamental de una mujer. Antes
de involucrarse en cualquier actividad, no debe omitir esta parte
crucial de ella misma. La energía masculina puede compararse al agua
estancada. Al hombre le resulta difícil dejar un papel para concentrarse
plenamente en otro. Por esta razón la vida profesional y la vida
familiar de muchos hombres termina mezclándose. La mayoría de los
hombres no pueden separar los dos y su relación con su esposa y sus
hijos se ve afectada. La mayoría de las mujeres, en cambio, saben
hacerlo. La energía femenina es fluida como un río. Por eso a una mujer
le resulta fácil ser a la vez madre, esposa y una amiga fiel que llena a
su esposo de confianza. Posee un don especial que le permite ser la
guía y consejera de toda la familia. Las mujeres que trabajan son
plenamente capaces de tener éxito también en su vida profesional. La
mujer es la creadora del género humano. Ella es el primer gurú, la
primera guía y mentor de la humanidad. Ella lleva las riendas de la
integridad y de la unidad de la familia, de la sociedad. No hay que
subestimar la responsabilidad de una madre cuando se trata de la
influencia que ejerce sobre sus hijos y la inspiración que les aporta.
Por doquiera que veáis seres dotados de una inmensa fuerza, felices,
generosos, condescendientes y comprensivos, encontrareis generalmente
una madre admirable que les ha inspirado, haciendo de ellos lo que son.
Las madres son las más aptas para sembrar en el mental de los seres
humanos las semillas de amor, de fraternidad universal y de paciencia.
Incluso la leche materna transmite al niño/a las cualidades interiores
de la madre. La madre comprende el corazón de su hijo/a, lo alimenta con su amor y le ofrece un enfoque positivo de la vida…
La
madre que acuna a su niño/a es también la que lleva la luz al mundo.
Una mujer que haya despertado en ella el amor materno lleva el paraíso
donde quiera que esté. Sólo la mujer puede crear un mundo de paz y de
gozo. Una mujer debe pensar en qué puede ofrecer a la sociedad, en vez
de en qué puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará a progresar de
verdad.
Así
que en vez de oxidarse pasándose la vida entera entre las cuatro
paredes de su cocina, sería bueno que las mujeres salieran a compartir
con los demás lo que tienen para ofrecer y que consiguieran los
objetivos que tuvieran en la vida. Ya seas un hombre o una mujer, tu
verdadera humanidad no se revelará hasta que las virtudes femeninas y
masculinas estén en equilibrio.
Si las propias mujeres se desvían del principio femenino, el resultado será el fracaso absoluto de las mujeres en la sociedad.El
mundo actual necesita realmente que las mujeres aporten a la sociedad
todo lo que puedan, desarrollando su cualidad de madre universal así
como su cualidad masculina. Cuanto más se identifique una mujer con su
naturaleza interior de madre, más se despertará esta Shakti o energía
pura. Cuando las mujeres desarrollen este poder en ellas, el mundo
empezará a escuchar sus voces con atención cada vez mayor.
Amma
Fuente: http://esferadelaunidadmaitreya.blogspot.com.es/2015/05/la-mujer-debe-despertar-por-la-madre.html