Tiempo Para el Cambio – El Secreto de Fátima 1917 – 1960 – 1976
15-11-2011
A LOS JEFES DE ESTADO EN EL MUNDO Y A TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA
Recogido
del texto del periódico “L’ARALDO de S. ANTONIO” n.15 de mayo 1975 y
publicado de nuevo, in obediencia a la voluntad sisma de la SS.
Virgen
Madre del Salvador Cristo Jesus, para el apostolado y la difusión de la
buena prensa a cargo de un GRUPO DE HIJOS ESPIRITUALES del Siervo de
Dios Padre Pío de Pietralcina. (S.B.C. Torino)
El
Decreto de la Congregación para la Propagación de la Fe A.A.S. n. 58/16
del 29-12-1966 había sido y a aprobado por S.S. Pablo VI el día
14-10-1966 y fue publicado por voluntad se Su Santitad misma.
Tres meses después de la publicación el Decreto fué convalidado, per lo
que ya no esta más prohibido divulgar – sin el imprimatur – escritos
referidos a nuevas apariciones, revelaciones, profecias y milagros.
El concilio Vaticano II ha reconocido el derecho a la información leal entre las personas honestas.
(Documentación catolica n. 1483 pag. 327)
He aquí el famoso tercer secreto de Fátima del cual se esperaba la divulgación en 1960.
El
documento, fué conocido por una indiscrección diplomática, habría sido
enviado a titulo informativo por las Autoridades Vaticanas a las de
Washington, de Londres y de Moscú, creyendolo necesario, es más,
indispensable a la convención que mira por el ce-se de los experimentos
nucleares.
La autenticidad de tal documento no ha sido nunca desmentida por el Vaticano.
El
13 de octubre de 1917, despúes de una serie de apareciones, la Virgen
Santisima se apareció pur última vez a los niños de Fatima; Lucía,
Jacinta y Francisco.
Despúes del suceso del “Milagro del Sol”, la Madre de Dios reveló a Lucía un mensaje especial que “entre otras cosas” decía:
Texto del Secreto
“No
tengas temor, querida pequeña. Soy la Madre de Dios, que te habla y te
pide hagas público el presente Mensaje para el mundo entero.
Haciendo ésto, encontrarás fuertes resistencias. Escucha bién y haz atención a ésto que te digo:
Los hombres deben corregirse. Con humildes suplicas, deben pedir perdón de los pecados comeridos y que pudiesen cometer.
Tu deseas que Yo dé una señal, para que cada uno acepte Mis Palabras que Yo digo por mediación tuya, al género humano.
Has
visto el Prodigio del Sol, y todos, creyentes, incrédulos, aldeanos,
ciudadanos, sabios, periodistas, laicos, sacerdotes, todos lo han visto.
Y ahora proclama en Mi Nombre:
Un gran castigo caerá sobre todo el género humano, no hoy, ni mañana, sino en la segunda mitad del Siglo XX.
Ya
lo había revelado a los niños Melania y Massimino, en “La Salette”, y
hoy lo repito a tí, porque el género humano ha pecado y pisoteado el Don
que había hecho.
En ningún lugar del mundo hay orden, y satanás reina sobre los más altos puestos, determinando la marcha de las cosas.
El
efectivamente iogrará introducirse hasta la cumbre de la Iglesia; él
logrará seducir los espítitus de los grandes cientificos que inventan
las armas, con las cuales será posible destruir en pocos minutos gran
parte de la humanidad.
Tendrá en poder a los potentes que gobiernan los pueblos, y los incitará a fabricar enormes cantidades de estas armas.
Y si la humanidad no se opusiese a ésto, estaré obligada a dejar libre el brazo de Mi Hijo.
Entonces se verá que Dios castigarà a los hombres con mayor severidad como no había hecho con el diluvio.
Llegará
el tiempo de los tiempos y el fin de los fines, si la humanidad no se
convertirá y si todo debería continuar como ahora, o peor, debería
agravarse mucho más, los grandes y los potentes perecerán junto a los
pequeños y los débiles.
También
para la Iglesia, llegará al tiempo de Sus más grandes pruebas.
Cardenales se opondran a Cardenales, los Obispos a Obispos.
Satanás
caminará por entremedio de Sus filas, y en Roma habra cambios. Lo que
está podrido caerá, y lo que caerá, ya no se levantará más.
La Iglesia será ofuscada y el mundo trastornado por el terror.
Tiempo
llegarà, en que ningún Rey, Emperador, Cardenal ú Obispo, esperará a
Aquel que sin embargo vendrà, pero para castigar según los designios del
Padre mio.
Una
gran guerra se desencadenará en la segunda mitad del Siglo XX. Fuego y
humo caerán del Cielo, las aguas de los océanos se volverán vapores y la
espuma se elevará revolviendo y hundiendo todo.
Millones y millones de hombres perecerán de hora en hora, aquellos que queden en vida, envidiarán a los muertos.
Por cualquier sitio por donde se diriga la mirada, habrá angustia, miseria, ruinas en todos los paises.
¿Ves? el tiempo se acerca siempre más y el abismo se engrandece sin esperanza.
Los buenos pecerán junto a los malos, los grandes con los pequeños, los
principes de la Iglesia con sus fieles y los gobernantes con sus pueblos.
Habrá
muerte por todas partes por causa de los errores cometidos por los
insensatos y por los partidarios de satanás el cuál entonces, y sólo
entonces, reinará sobre el mundo, por último, cuando aquellos que
sobrevivirán a todo evento, estén aún con vida, proclamarán nuevamente a
Dios y a Su Gloria y Le servirá como en un tiempo, cuando el mundo no
era así de pervertido.
Ve, pequeña mía, y proclámalo. Yo a tal fin, estaré siempre a tu lado para ayudarte”.
Mensaje de Lucía (22 de mayo de 1958)
comunicado al P. AGOSTINO FUENTES
“Padre, la Virgen está muy disgustada, porque no se ha hecho caso a Su Mensaje del 1917.
Ni
los buenos, ni los malos, os han hecho caso. Los buenos van por su
camino sin preocuparse y no siguen las Normas Celestiales; los malos en
el camino ancho de la perdición, no teniendo en ninguna consideración
los castigos amenazados.
Crea,
Padre, el Señor Dios muy pronto castigará al mundo. El castigo será
material, e imagínese, Padre, cuantas almas caerán en el infierno si no
se reza y no se hace penitencia. Esta es la causa de la tristeza de la
Virgen.
Padre, dígalo a tódos, que la Virgen tantas veces me ha dicho: “Que muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra.
Naciones sin Dios, serán el flagelo escogido por Dios mismo para
castigar a la humanidad, si nosotros, por medio de la Oración y de los
SS. Sacramentos, no obtendremos la gracia de su conversión”.
Digalo,
Padre, que el demonio esta peleando la batalla decisiva contra la
Virgen, porque lo que afflige el Corazón Inmaculado de María y de Jesús,
es la caída de las almas Religiosas y Sacerdotales.
El demonio sabe que los Religiosos y los Sacerdotes, olvidando su excelsa Vocación, arrastran muchas almas al infierno.
Estamos
apenas en tiempo de detener el castigo del Cielo. Tenemos a nuestra
disposición dos medios muy eficaces: la Oración y el Sacrificio.
El Demonio hace de todo para destraernos y quitarnos el deleite de la Oración. Nos salvaremos, o bien nos condenaremos.
Pero,
Padre, es necesario decir a las personas que no tienen que estar
esperando una llamada a la Oración y a la Penitencia, ni del Sumo
Pontefice, ni de los Obispos, ni de los Párrocos, ni de los Superiores
Generales.
Es ya
tiempo que cada uno, por su propia iniciativa, haga Obras Santas y
reforme su vida según las llamadas de la Virgen Santísima.
El
demonio quiere apoderarse de las Almas Consagradas, trabaja para
corromperlas, para inducir a las otras a una definitiva persistencia en
el pecado; usa todas las astucias, sugiriendo incluso poner al día la
vida religiosa!
De ello
tiene origen la esterilidad hacía la vida interior e indiferencia en los
seglares respecto a la renuncia de los placeres y la total inmolación a
Dios.
Recuérdelo,
Padre, que dos hechos contribuyeron para santificar a Jacinta y a
Francisco: la aflicción de la Virgen y la visión del infierno.
La virgen
se encuentra come entre dos espadas; de una parte ve a la humanidad
obstinada e indiferente hacía los castigos amenazados; por la otra
oarte, ve a nosotros que pisoteamos los Santos Sacramentos y depreciamos
el castigo que se acerca, quedando incrédulos, sensuales y
materialistas.
La Virgen ha dicho expresamente: “Nos acercamos a los últimos días”, y me lo ha repetido tres veces.
Afirmó
antes, que el demonio ha empezado la lucha decisiva, osea la final, de
la cuál uno de los dos saldrá victorioso o vencido: O estamos con Dios, o
estamos con el demonio.
La última
vez me ha repetido que los últimos remedios dados al mundo son: el
Santo Rosario y la devoción al Corazón Immaculado de María.
La
tercera, vez me dijo: “que agotados los otros medios despreciados por
los hombres, nos ofrece con temblor de escalofrío el último aún de
salvación: la SS. Virgen en persona, Sus numerosas Apariciones, Sus
Lágrimas, Mensajes de videntes esparcidos en todos los lugares del
mundo”; y la Virgen dijo ademas: “que si no La escuchamos y continuamos
la ofensa, no seremos más perdonados”.
Es urgente, Padre, que se dé cuenta de la terrible realidad.
No se
quiere llenar de temor a las almas, pero es sólo una urgente llamada,
pourque desde cuando la Virgen Santísima ha dado gran eficacia al Santo
Rosario, no hay problema ni material ni espiritual, nacional o
internacional, que no se pueda resolver con el Santo Rosario y con
nuestros sacrificios.
Recitado con amor y devoción, consolará a María, limpiando tantas lágrimas de Su Corazón Inmaculado”.
UN PENSAMIENTO… PARA MEDITARLO:
“Cuando
el mensaje fué recibido en el 1917, nadie aún podía pensar en la bomba
atómica, en sus consequencias y en todas esas otras energías que, EN EL
TRANSCURSO DE POCAS HORAS, PUEDEN DESTRUIR A LA HUMANIDAD.
Esto
es suficiente para demostrar la autenticidad del mensaje y debería
incluso hacernos reflexionar sobre cuánto ha sido dicho y recomendado
por la Virgen.
Ella es Madre y, precisamente como tal, quiere preservarnos de todo mal sea éste espiritual, moral o físico”. (E. F.)
“Y he aquí la victoria más grande de Satanás: !Ha convencido al mundo de que ‘El’ no existe!”
El Santo Padre JUAN PABLO II ha dicho: “SATANAS existe, tiene su reino, una acción lógica”.
Del Periódico “La Stampa” de Torino, del 27-3-1981 extraemos el iluminado pensamiento del PAPA.
EL PAPA: “SATANAS EXISTE, TIENE UN REINO, UNA ACCION LOGICA”.
El
demonio existe, tiene su reino, tiene un programa suyo que “sigue a
conciencia una lógica de acción, una lógica tal que el reino del mal
pueda gobernar, es más, que pueda desarrollarse en los hombres a los
quales va dirgido”.
En
recordarlo ha sido el Papa que ayer tarde ha celebrado en San Pedro, la
Misa ya tradicional, para los universitarios de Rome en vista de la
Pascua.
Juan Pablo II, que en la omelía ha citado a Newton y a Einstein, ha hablado mucho de Satanás, de su reino contrario al de Dios.
“La lucha entre el reino del mal, del espíritu maligno y el reino de Dios – ha dicho – no ha cesado, no ha acabado.
Ha
entrado solamente en una etapa nueva, es más en la etapa definitiva. En
esta etapa la lucha perdura en las generaciones siempre nuevas de la
historia humana”.
Dirigiéndose
después directamente a los jóvenes, el Pontífice afirmó: “Aprended a
pensar, a hablar y a actuar con claridad evangélica, llamad pecado al
pecado y no llamadlo liberación”.
A
los hombres de buena voluntad les decimos: no tireis estos folios,
pasadlos a la persona que más teneis en el corazón; os estará
agradecida, y, quién pueda lo reedite y lo divulge en honor de María SS.
y para Salvación de la humanidad.
EUGENIO SIRAGUSA – Sua Opera, una PORTA REALE