"Hécate"
resonó en mi izquierda, una mañana. Yo no conocía nada sobre este
nombre hasta que la voz me dijo que venía del griego. No es mi nombre
cósmico. Es un nombre histórico. Generalmente cuando un ángel o un
arcángel me habla, a menudo es para darme códigos, sonidos de las
matrices que no conozco. Él me invita a descubrirlos en este mundo, así
como me invitaron a descubrir a Buda, a las 12 estrellas, a los 24
Ancianos, hace algunos años.
Cuando
vosotros llegáis conscientes sobre este mundo, sois naturalmente
conectados a la Fuente. No conocéis a los grandes sabios que pisaron
este mundo, podéis sólo vivirlos. Es como todo. La vida os conduce
derecho hacia ellos cuando es necesario para vosotros, para vuestro
progreso o para la misión si puedo llamarlo así que os es asignada en
este mundo.
Habría
podido titular este diario de navegación "Abgal en encarnación" o bien
"Ki-Ris-Ti en misión" o incluso "Sol en encarnación" para guiaros mejor
sobre vuestros orígenes, porque lo que yo soy, vosotros lo sois
igualmente.
La
estrella azul es mi origen familiar y si los "chicos malos" (llamados
arcontes) mantuvieron a la diosa presa de la matriz urantiana durante
320 000 años, era para salir mejor de eso a día de hoy. De que fuera
reina a simple campesina, el segundo rol me conviene mejor porque en la
sencillez reencontramos a nuestra infancia. Siempre huí de los
convencionalismos y las obligaciones de la corona, me escapaba a la
naturaleza porque para mí, la verdadera realeza se sitúa en el interior.
Ella manifiesta el poder del corazón.
Me
encarné en todos los países de este globo. Llevo la sangre de todas las
naciones, como os dije en repetidas ocasiones. No me limito tampoco a
las naciones de este mundo. Asistí a vuestro nacimiento y al encierro
colectivo. Esto fue una violación y cada mujer aquí en este mundo es
violada a partir del momento en que lo Sagrado es reemplazado por los
placeres egoístas y bestiales. Hay blasfemia. No es el mismo camino.
Para
las Madres o Planificadoras de Vida (de Sirius), nosotras no hacemos
ninguna distinción entre el bien y el mal. Para nosotras este concepto
no existe. Por esta razón lo fundamental en vuestra enseñanza con las 12
estrellas, ha sido reemplazado por la noción "de atracción" y de
"repulsión". Sentir el dolor en nosotras no tiene nada que ver con esta
noción de dualidad, por ejemplo. Es esta facilidad la que reforzó la
sombra en este planeta porque la sombra juega con los apegos y lo
afectivo, que está vinculado al mundo de la personalidad. Ella ata a las
madres con los niños y el marido por los lazos de la sangre mientras
que cada uno es libre por esencia.
Dado
que somos Uno con toda la Creación, se hacía difícil vehicular la
Unidad en medio de seres con apariencia humana que nunca podrían tocar a
la Fuente, hago referencia a los portales orgánicos
que funcionan únicamente con los lazos de la sangre y están al frente
de vuestras aseguradoras, vuestros bancos, vuestra educación... Éstos no
pueden conectarse con el Espíritu. Observad los lazos que tenéis con
vuestros padres progenitores por ejemplo. ¿Os consideran ellos como una
divinidad? No, para ellos, a ellos les pertenecéis simplemente.
La
misión de los Ki-Ris-Ti en un planeta mayoritariamente umbrío no es
tarea fácil. Ki-Ris-Ti libera a las almas presas del bajo astral.
Ki-Ris-Ti, con una corona sobre la s, significa vuestro origen de
Sirius, "los Hijos ardientes y las hijas ardientes del sol" y la
dimensión Cristo; no puede ser de otro modo.
Contrariamente
a lo que pudiera ser dicho respecto a los arcontes, ellos están
fascinados con las Planificadoras de vida, tan fascinados que codician
este poder magnífico que no pueden en realidad controlar, en la medida
en que es insondable en tanto que nuestra pureza original se acerca a la
de la Fuente.
Lo
que ellos no sabían hasta ahora, es que a fuerza de perseguirnos,
terminarían por hacernos crecer. Ellos no saben que sirven a la Fuente.
Todos aquí sirven a la Fuente, incluso aquellos que no están conectados.
Quien decide el fin de la experiencia de separación, es la Fuente.
Somos sus embajadores.
Nuestra
fuerza es la ausencia de pensamientos porque ella detiene el tiempo y
facilita la Vuelta. Os invito por lo tanto a instalaros en este eterno
presente donde toda historia toma fin y donde la Vida comienza.
Vosotros
no sois numerosos como Ki-Ris-Ti que laboráis sobre este planeta, pero
suficientes para voltear a este mundo. Nosotros somos una misma fuerza,
una gran fuerza de amor que viene a volcarlo todo sobre su paso porque
vivimos en resonancia con los elementos. Los elementos nos acompañan
dondequiera que pongamos nuestros pies en este planeta. Éstos no tienen
miedo de vuestros ejércitos, ni de vuestros juguetes "high tech" y
todavía menos de vuestros rituales involutivos. No reconocen vuestro
mundo.
Así
yo apelo el Regreso del Femenino y el Masculino sagrado, Aquí y Ahora,
así como a todas las parejas reunidas en Urantia. Os corresponde
percibir si vuestra relación es verdadera o no porque la Verdad de lo
que sois os conecta a lo divino, a cada uno de vosotros. La hora de los
compromisos se terminó. La hora vino para volveros en vosotros y ver en
vosotros lo que os impide irradiar vuestra divinidad. ¿Qué es lo que os
retiene? Cuáles son todavía esos lazos venenosos que os impiden
eclosionar como una rosa.
Rindo
gracia a todos aquellos y aquellas con los cuales me crucé durante
estos últimos meses de intervención y que sufren la enfermedad de
Párkinson, ejemplo de enfermedad auto-immune puesto que todo lo que es
contrario a la Vida se vuelve un día u otro contra vosotros. Todo parte
de vosotros. Sois vosotros quienes os atacáis simplemente desde el
interior. Todos ellos sin excepción no pudieron afirmarse frente a la
ilusión. Estos individuos vivieron en contradicción constante con sus
propios sentimientos toda su vida.
Para
algunos, es demasiado tarde, para otros, observamos que la enfermedad
no evoluciona más a partir del momento en que el individuo está en la
voluntad de Vivir acorde consigo mismo.
He aquí lo que yo tenía que deciros para el día de hoy.
Os saludo en la alegría de nuestros reencuentros.
Madre Béatrice María
Publicado en Etoile en incarnation.