LAS ENERGIAS DE LA DIOSA (GAIA)
Soy María, la guardiana de este lugar, la protectora de este lugar, y la Madre de este lugar.
Vengo
a ustedes, mis niños, esta mañana, con la alegría y el amor en mi
corazón, con el amor en mi corazón para todos. Vengo a hablarles de la
Diosa, de las energías femeninas, del amor y de la compasión. Muchos me
conocen como la madre de Jesús, la madre de Sananda, durante el período
que llamaré su sacerdocio palestino.
Muchos me
ven en el papel de madre de Jesús y de muchas otras maneras. Pero, de
hecho, soy la representación de las energías de la Diosa: estas
energías, que ahora están siendo difundidas sobre su planeta, a fin de
ayudar a reavivar en cada uno, la memoria de la divinidad del planeta, y
a reanimar su propia divinidad que está en todos. Esta divinidad está
presente en el corazón de todos.
Para realizar
esta divinidad, mis niños, deben de permitir al amor y a la compasión
fluir por sus corazones. Muchos se preguntarán cómo realizar la apertura
del corazón, cómo permitir a la energía del amor y de la compasión
fluir por sus corazones. Esto es muy simple, mis niños. No hay
meditaciones complicadas, ni oraciones diarias complicadas, ni rituales
complicados. Es simplemente una cuestión de afirmar que son amor, que
son luz, y que son compasión, encarnados en esta realidad
tridimensional.
Si hacen estas afirmaciones,
verán que estas energías de amor, estas energías de compasión, colarán
directamente por sus corazones, directamente en sus vidas, y se harán
fuego de amor, fuego de luz, sobre este planeta enturbiado que es suyo.
¿Algunos dirán "para qué hacerse amor y luz?" ¿y dirán "por qué
debería trabajar para ser amor, mientras que, alrededor mio, esta lo
opuesto al amor? ¿No estaré sumergido por los pensamientos y las
energías de los que se disociaron de la Fuente, nuestro madre/padre?"
Permitiéndose
ser amor, anclarán la energía de amor y anclarán la energía de
compasión en este mundo. Y así como anclarán esta energía de amor, esta
energía de compasión en este mundo, cuando recuperen su trabajo diario,
su vida, los deberes de la vida, este amor afectará no sólo a los que
estarán en contacto suyo, sino igualmente a todos los seres visibles y
no visibles sobre su planeta.
John Armitage les
hablo ayer, de la diosa Gaïa, la Tierra Madre. Ahora es el momento, mis
niños, de que la divinidad de la Diosa sea reconocida, y que este modo
de pensamiento masculino, sea transmutado en compasión y amor, y
entonces la diosa Gaïa continuará viviendo. Saben que la Diosa sufre de
desequilibrios. Saben que la Diosa está enferma. Ahora es el momento de
comprender que no se puede violar a su madre, no se puede envenenar a su
madre, que no se puede robar a su madre, porque vendrá un momento, como
en todas las vidas de madres, donde la madre no tolera la conducta del
niño porque es inaceptable. Les digo que el momento se acerca en que su
madre la diosa Gaïa, la Tierra, reaccionará a las acciones de sus niños.
En
el mundo tridimensional, cuando la madre está descontenta, primero
reprende, y si la reprimenda no obra cambia la conducta y la conciencia,
entonces ella grita. Ella puede dedicar tiempo a la reprimenda, pero
llega un momento en que su paciencia se acaba y comienza, a causa de la
conducta, a ponerse tan enferma que le es casi imposible perseverar. A
este estado, la madre comprende que algo debe hacer. Ahora estamos en
este cruce, sobre su planeta.
Su madre, la
diosa Gaïa, decidió que quería realizar su integridad. Realizar su
integridad significa a veces que se debe pasar por una crisis de
curación. Llega el momento de la crisis de sanación. Está tan cerca que
muchos la temerían. Pero, les digo que con el amor y la compasión, ante
todo para la Diosa Tierra, y en segundo lugar, para todos sus
habitantes, esta crisis puede ser evitada. Si abren sus corazones, y se
hacen uno con el amor del Creador, se hacen uno con mi amor, yo María, y
mis energías gemelas, las energías de Isis y al unirse a las energías
de compasión de Qwan Yin, todo estará bien. Habrá una transición en el
amor, una transición en la luz. La Tierra Madre realizará su integridad
y, ustedes mis niños, realizarán su integridad con ella. Sus luces ya
están brillando vivamente. Pueden ser vistas desde muchas dimensiones de
la Creación, desde muchos Universos.
Les pido
transmitir este amor a los demás. No es necesario que se echen a correr
por todas partes, hablando sin cesar de este amor y de esta compasión.
Solo es necesario que amen a los demás. Las energías de este amor
incondicional aportarán el amor en la vida de los demás, sin que tengan
que hablar. No necesitan darles un curso, sino solo quererles.
Se
preguntarán: ¿Qué podemos hacer respeto al miedo y la opresión? ¿Qué
podemos hacer respeto a los que oprimen a los seres humanos sobre el
planeta, llenándoles de miedo?
De nuevo, les
digo, mis niños, simplemente ámenlos, porque a través de su amor, se
harán amor. Ellos comprenderán pronto que, cuando todos los seres sean
amor, no tendrán nada más que hacer. Ellos mismos querrán también ir
hacia esta energía de amor. Entonces les ruego, mis niños, no se asusten
por estas energías, estos seres que se disociaron de la Fuente
Madre/Padre.
No se asusten. ¡Ámenlos! Ámenlos sin juicio, Ámenlos incondicionalmente, con compasión, y se volverán amor.
Entonces, mis niños, me gustaría hacer con ustedes, una corta meditación.
Durante
esta meditación, todo lo que les pido hacer es de abrirse, de
concentrarse y de poner atención sobre la zona de su corazón, y permitir
a esta energía de compasión y de amor, fluir través suyo.
Mis
hermanos y hermanas, antes de dejarles, me gustaría darles este breve
mensaje a las mujeres de este planeta, no solamente a las mujeres
presentes en esta sesión. Este mensaje se dirige a todas las mujeres de
todas las razas sobre el planeta. Ustedes, mujeres, tenéis este cariño
tierno y dulce en ustedes. Es una parte natural de sus energías. Tienen
el amor y la compasión en sus corazones. Es triste el que, aunque los
hombres tengan también este amor y esta compasión en su corazón,
olvidaron que estaba allí. Fueron sumergidos por esta necesidad de
controlar.
Fueron sumergidos por la energía de
miedo. Esta energía de miedo, este miedo de las energías femeninas de
las que muchos varones sufren, fueron atraídos por el acondicionamiento a
través de la religión, no solamente el Cristianismo, sino también por
las religiones del este. Vean, al principio sobre su planeta, todo el
mundo conocía la energía de la Diosa, pero cuando hubo un flujo de
visitantes (podemos llamarles visitantes en vez de invasores) sobre su
planeta, que tenían tendencias guerreras y beligerantes, el conocimiento
de la Diosa y la divinidad femenina fueron ahogados.
No
remito toda la responsabilidad sobre los hombres, porque de hecho, no
hay nadie a quien censurar. Pueden decir que no hay culpa, ni errores,
solamente lecciones. Ningún problema, solamente soluciones, entonces
recuerden estas palabras. Pero este ahogamiento del conocimiento de la
Diosa, este ahogamiento de las energías femeninas, fueron traídas de
diversos modos, por el mal uso de las mujeres de la energía femenina.
Todos conocen las leyes de Causa y Efecto, y que cada causa tiene un
efecto, entonces por consiguiente, las cosas balancean de adelante hacia
atrás. Los Ciclos vienen, toman su carrera completa, todo recorre un
círculo y vuelve de nuevo al principio. Les digo que ahora es un nuevo
principio. Este nuevo principio es el reconocimiento de las energías
femeninas en todo.
Los hombres deben reconocer
su lado femenino. Deben mirar en su corazón, mirar en su alma, ver los
desequilibrios y ajustar los desequilibrios. Las mujeres deben también
mirar en su corazón y ver que también..