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sábado, 23 de enero de 2016

Eugeni egaromm.wordpress.com Leer todas las entradas por Eugeni en Somos Uno La Magia de la Vida, del Corazón Uno al Corazón Uno by Eugeni




 
Lavado de los pies
 
Esta noche siento una cálida invitación del Papito interior, me dejo escuchar y escribir...
La dualidad no es el fruto de una caída, un error o una injerencia. Esto tiene que sentirse, esto tiene que vivirse y reconocerse en lo más sincero de nuestro profundo Corazón.
Se nos ofrece primero unos espacios de Silencio para recordar... acogemos el Silencio y la Paz de nuestra íntima naturaleza durante unos minutos...
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
La dualidad proviene de la misma proyección de la conciencia. Ella se creyó separada, ella imagina entonces, ella percibe y experimenta. Es una ilusión pero no es un error ni un accidente... la dualidad es el sueño divino que nos permite la experiencia del olvido.
La dualidad es por lo tanto inherente a la misma conciencia; cuando ésta se cansa de proyectar ella reconoce de nuevo al Ser, allí donde el sujeto y el objeto desvanecen.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
Cuando la conciencia queda atrapada en la matriz ilusoria se adhiere a los papeles y a los roles adoptados, pasando por la amplia gama de opuestos entre la luz y la sombra, el bien y el mal.
Hasta que ella se percata de que no es estos papeles y deja de identificarse para volver a la Fuente de Vida. Desde el espíritu todo esto es nada, él no es jamás culpable de la actuación ni es concernido por ella, esto forma parte del espéctaculo que se proyecta. Nosotros somos pues en realidad libres del karma desde el momento en que nos percatamos de la dualidad para reconocernos como el Ser inmutable y eterno que es nuestra auténtica naturaleza.
La conciencia humana creía y cree todavía que tiene que "salir" de la ilusión mientras que no estamos en Verdad ni dentro ni fuera de la misma. No hay dualidad, no hay prisión en el Ser. No estamos simplemente concernidos por esta ilusión en el Ser. Basta con observarlo en total transparencia, basta con darse cuenta y ponerlo en claro.
La conciencia descubre también con asombro que durante las escenas de la película proyectada nada sucedió por error, que todo se tiene en cuenta desde nuestro proyector supremo: la Fuente en la que todos nosotros somos Uno.
Los así llamados "niños malos" o rebeldes ante la Luz cumplen dentro de la matriz con su función, ellos tienen su cometido. En todos los casos vuelven a ser libres cuando se rinden de nuevo a la Fuente de Vida en total humildad y sencillez.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
La mente egoica siempre nos persuadió de que somos unos culpables, nos habla de pecados y frutos prohibidos... de que hicimos algo "mal". Se nos omite que desde los planos más elevados todo estuvo previsto: cualquier experiencia, cualquier suceso, cualquier rol, cualquier identidad de la película es siempre contemplada desde la Fuente de Vida que nosotros somos.
En la dualidad resulta pues inevitable pasar por estos extremos, vivimos todos los opuestos de la matriz hasta regresar al Centro de nuestro Ser. Dicho de otro modo: nosotros no podemos centrarnos, nadie llega al balanceo final sin haber sido antes plena luz y oscuridad. Esto es ineludible en el sendero de la experiencia dual.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
La Magia de la Vida que nos propone hoy el Bien Amado es la maravillosa Alquimia, el Milagro de la sencillez que disuelve la aparente limitación percibida en el infinito Amor que ya somos. Contemplamos la ilusión hasta que desaparecemos de la misma volviendo a lo Real donde no hay más mundo, no hay sucesos.
Nos corresponde pues permanecer en esta vacuidad pacificadora, en este silencio tan inefable... observando los pensamientos sin reaccionar más ante ellos. Quedamos así neutros, tranquilos, atentos en no alimentar las numerosas construcciones sugeridas por la mente egoica. Ella intentará obviamente por todos los medios de que nos involucremos en la ilusión y su épica.
La Fuente nos invita pues a día de hoy a volver al Silencio que emerge de nuestro más íntimo Corazón, a la Paz de nuestro Ser. No podremos jamás comprender por entero la dualidad ni la historia universal. Si nos interesamos por la ilusión atraemos la ilusión.
Sólo en el Silencio del Corazón, sólo en nuestro íntimo vacío del Silencio, sólo en la Paz interior que nosotros somos abrazamos aquello inexplicable, lo inabarcable.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
Si todos los actores provienen del mismo Uno, el "malo, malísimo" de la película y el "bueno, buenísimo" de la película somos nosotros mismos, literalmente. Son personajes que no existen en realidad. Mientras sigamos viendo en los demás a una persona o incluso a un alma que hizo tal o cual cosa... no podemos ser libres. Nos atamos, nos condenamos los unos a los otros, muchas veces hasta inconscientemente, sujetos al karma colectivo.
Nuestro Ser jamás se cayó, él jamás quedó alterado, él jamás perdió ni ganó nada, ni siquiera se movió, tampoco hizo nada. Nuestro Ser no es concernido por estos malabarismos que tanto nos hizo creer nuestra propia sombra. Nada sucedió en verdad.
Aunque no negamos de ninguna manera la película, de este mundo u otros. No rechazamos tampoco la vivencia ni las miserias percibidas. No negamos nuestros papeles, los roles ni las misiones desempeñadas.
Desvelar pues que no hay prisión no invalida nuestras responsabilidades en este mundo u otros, no impide de ninguna manera llevar a cabo todo aquello requerido por la Fuente que somos. No condenamos entonces tampoco al mundo. Bien al contrario, lo bendecimos sintiendo nuestra Divinidad para cada instante.
De este modo, sólo podemos agradecer, sólo podemos rendir Gracia a nuestra Divina Madre, a nuestro Padre Celestial, a nuestros Hermanos estelares y a la entera Humanidad. Nuestro Servicio a la Humanidad es un compromiso total durante las 24 horas del día en Presencia, en Donación con uno mismo a través de las vías que considere más oportunas la Gracia. Mantenemos nuestra mente fundida en el Ser que mora dentro de nosotros, en la conciencia atemporal y la Verdad absoluta.
Devenimos así unos liberadores naturales, no por una autoimposición de la personalidad sino por nuestra rendición amorosa e incondicional a lo Supremo, a nuestro Yo real.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
Nosotros somos por lo tanto libres del karma y del pecado en tanto que espíritus libres. Siempre lo fuimos. No hubo tampoco un pecado original en el sentido en que nos fue narrado. Sólo hubo una ilusión de separación y unos niños que se sintieron abandonados.
Os invitamos hoy pues a soltar con franqueza, a liberar este sentimiento ancestral desde el más profundo Corazón. Comprobando que no somos nunca esta sombra, no somos aquellos personajes que se perdieron, no somos tampoco concernidos por estos sucesos en el Ser. Cualquier punto de vista donde nos sujetemos será una farsa. Tan solo nos hace falta abandonarlo todo a nivel mental.
Soltemos pues ligeros queridos hermanos y hermanas, soltemos en la Paz y en la Alegría del Corazón resucitando a nuestro amoroso Ser original en la Magia de cada respiración.
(Recogimiento en el Silencio... Efusión vibral...)
Del Corazón Uno al Corazón Uno os rindo Gracia, os bendigo, os lavo los pies en el Agua vivificadora.