Los rasgos más notables que caracterizan a quienes han alcanzado un gran avance espiritual son:
Desapego material:
Ellos no están aferrados de ninguna manera a sus pertenencias materiales. Porque no las necesitan para ser quienes son, ni acceden a una vida distinta a través de ellas. Simplemente, utilizan cuanto necesitan para vivir, y pueden llegar a prescindir de todo lo que poseen, sin que esto signifique ningún trastorno en sus vidas
Ellos no están aferrados de ninguna manera a sus pertenencias materiales. Porque no las necesitan para ser quienes son, ni acceden a una vida distinta a través de ellas. Simplemente, utilizan cuanto necesitan para vivir, y pueden llegar a prescindir de todo lo que poseen, sin que esto signifique ningún trastorno en sus vidas
Desapego emocional:
El verdadero amor implica que los seres que se aman sean totalmente libres por este motivo, ellos no están apegados a sus seres queridos. No desean aferrarlos, controlarlos ni considerarlos una adquisición. Su amor no es posesivo, celoso ni desconfiado por el contrario es absolutamente generoso, respetuoso y libre. Quien alcanza ese estado , no depende de otras personas para vivir, porque tienen una vida interior lo suficiente rica como valerse por si mismo.
El verdadero amor implica que los seres que se aman sean totalmente libres por este motivo, ellos no están apegados a sus seres queridos. No desean aferrarlos, controlarlos ni considerarlos una adquisición. Su amor no es posesivo, celoso ni desconfiado por el contrario es absolutamente generoso, respetuoso y libre. Quien alcanza ese estado , no depende de otras personas para vivir, porque tienen una vida interior lo suficiente rica como valerse por si mismo.
Espontaneidad:
Una de las particularidades que dan cuenta de la presencia de un ser evolucionado es la sencillez y la espontaneidad manifestada en todos los actos de la vida .
Se conectan con su propia sabiduría interna. Por lo tanto posibilita actuar apelando a una certera y aguda intuición, este sexto sentido a flor de piel, tan propio de los seres espirituales se manifiesta sin esfuerzo, sin necesidad de recurrir a complejos procesos mentales
Una de las particularidades que dan cuenta de la presencia de un ser evolucionado es la sencillez y la espontaneidad manifestada en todos los actos de la vida .
Se conectan con su propia sabiduría interna. Por lo tanto posibilita actuar apelando a una certera y aguda intuición, este sexto sentido a flor de piel, tan propio de los seres espirituales se manifiesta sin esfuerzo, sin necesidad de recurrir a complejos procesos mentales
Coherencia de pensamiento, sentimiento y accionar:
Todos los seres humanos solemos enfermarnos psíquica o físicamente porque muchas veces actuamos en contra de lo que pensamos o sentimos. Debemos llegar a tener una perfecta coherencia entre pensamientos, sentimientos y actos sanos.
Todos los seres humanos solemos enfermarnos psíquica o físicamente porque muchas veces actuamos en contra de lo que pensamos o sentimos. Debemos llegar a tener una perfecta coherencia entre pensamientos, sentimientos y actos sanos.
Ausencia de la importancia personal:
Los seres iluminados no necesitan títulos, honores ni reconocimiento público. No hacen alarde de sus buenos actos, simplemente predican con el ejemplo. No actúan correctamente en función de recibir halagos o cariño, es la única manera de actuar que conocen. Ademas, no incentivan el culto hacia su persona, convencido de que lo único trascendente es el espíritu que poseen y no la forma corporal que temporalmente encarnan.
Los seres iluminados no necesitan títulos, honores ni reconocimiento público. No hacen alarde de sus buenos actos, simplemente predican con el ejemplo. No actúan correctamente en función de recibir halagos o cariño, es la única manera de actuar que conocen. Ademas, no incentivan el culto hacia su persona, convencido de que lo único trascendente es el espíritu que poseen y no la forma corporal que temporalmente encarnan.
Pureza:
El dominio completo del cuerpo físico es el primer escalón que permite al hombre dominar absolutamente su campo emocional y mental.
El dominio completo del cuerpo físico es el primer escalón que permite al hombre dominar absolutamente su campo emocional y mental.
Concentración y observación:
Para ellos, no existen las metas imposibles. No están aferrados a las
dificultades, solo son capaces de ver las soluciones. La concentración y
la profunda observación del mundo circundante, es la clave para
alcanzar esta condición, que les permite entender todo, comprender todo.
Privilegia la búsqueda de la verdad y el conocimiento, por eso no se
aferra a conceptos establecidos; investiga y comprueba todo por si mismo
Capacidades extra sensoriales:
El dominio total de las capacidades físicas, emocionales y mentales, como se ha dicho, es condición de los seres muy evolucionados. El tercer ojo, la capacidad de adelantarse al futuro o comunicarse con la mente, fluyen sin ningún esfuerzo en ellos. No deben esforzarse por despertarlos simplemente los dominan como consecuencia de saberse, y comportarse como seres iluminados.
El dominio total de las capacidades físicas, emocionales y mentales, como se ha dicho, es condición de los seres muy evolucionados. El tercer ojo, la capacidad de adelantarse al futuro o comunicarse con la mente, fluyen sin ningún esfuerzo en ellos. No deben esforzarse por despertarlos simplemente los dominan como consecuencia de saberse, y comportarse como seres iluminados.
Felicidad:
La iluminación genera un estado de profunda felicidad. Pero no se trata de una dicha pasajera, un bienestar atado a los estados de ánimo, a las pasiones, a logros materiales. Se trata de un estado permanente, profundo e inmutable, que es la felicidad del espíritu. Es la felicidad que acarrea a verdadera evolución espiritual.
La iluminación genera un estado de profunda felicidad. Pero no se trata de una dicha pasajera, un bienestar atado a los estados de ánimo, a las pasiones, a logros materiales. Se trata de un estado permanente, profundo e inmutable, que es la felicidad del espíritu. Es la felicidad que acarrea a verdadera evolución espiritual.