La Divinidad es la felicidad,
vívanla y estarán siendo divinos. Por qué puede parecer tan difícil para
ustedes asumir vuestra Eterna y presente Felicidad? Ustedes se olvidaron de que
la Felicidad no necesita siquiera ser conquistada afuera, ella es algo que
"descendió" a esa Tierra automáticamente con ustedes, está en vuestro
Ser, es ustedes y compone vuestra propia esencia.
Si ustedes son hijos de lo Eterno,
de lo Divino, que en la superficie llaman de Dios, entonces, deberían reconocer
que como hijos de este Dios, tienen en sí mismos Su naturaleza, y entre las
cosas que la componen está la felicidad.
La Felicidad es algo que ustedes
no comprenden bien aún, y por eso, vamos a explicar de lo que se trata la
verdadera Felicidad. Ser feliz es estar encajado en sí mismos, en los
propósitos de Su Espíritu, es estar agradecidos, alegres, satisfechos,
convencidos del Bien, saludables mental y emocionalmente.
Es estar esperanzados del mañana
cada vez mejor, no, decimos más, no tan solo esperanzados, sino seguros,
seguros en sí mismos de lo Mejor que cada nuevo mañana ofrece. Es estar seguros
del nacer del Sol de la abundancia, de la luz y de la prosperidad. Es estar tan
dentro del flujo del Universo que todos sus pensamientos y deseos sobre el
Bien, inmediatamente, en la condición no física, se vuelven reales y a partir
de este punto, el Ser feliz vive ávidamente en la espera divina, en la espera
tranquila por el Bien que él creó y que aceleradamente está fluyendo hacia él.
Ser feliz es estar calmo,
tranquilo, lejos de la ansiedad, pues la ansiedad compone la jornada de
aquellos que no consiguen y no escogen entregarse a la Seguridad del Bien, por
eso afirmamos: No hay en lugar alguno de este Universo, algo que sea tan cierto
que el Bien.
Y proseguimos: Ser feliz es
cantar la melodía suave y festiva de la Vida, es estar constantemente fijado a
las cosas que inspiran los buenos sentimientos, las buenas emociones. Es estar
conectado al placer, la satisfacción y realización de su propio Espíritu de
forma que no importe otra cosa a no ser su propia satisfacción y conexión
consigo mismo. Pues cuando se está enteramente integrado a los propósitos del
propio corazón, entonces, se está conectado a Dios, pues él y su esencia son
las olas que hablan en vuestro corazón.
Ser feliz es más que un estado,
un simple estado, mucho más que una conquista, una victoria, un éxito, un
premio, un galardón y una situación emocional.
Ser feliz es estar interactuando con el flujo de la Vida que recorre el
Universo, es asistir al desdoblarse de la vida física, sabiendo, esperando y
contando de la forma más positiva con lo mejor. Es esperar con los ojos atentos
y con el corazón abierto pacíficamente a las experiencias, novedades y
sorpresas que la Fuente siempre reserva y entrega a los que son verdaderamente
felices.
Ser feliz es ver el mal y aún así
no observarlo. Es ver la inequidad y no observarla. Es ver lo que llaman de
maldad y no sentirla. Es observar el dedo de Dios moviendo cada Espíritu sobre
su propio camino, sus propias elecciones y experiencias de evolución. Es ver el
Sello de la Vida cargando, cuidando y llevando a todos del modo que sea mejor y
más permisivo para cada uno. Y sobre todo, es saber que todas las situaciones
vividas y “experimentadas” por cada Ser tienen que ver con lo que él crea, cree
y proyecta con su derecho divino e irrevocable de elección.
Cada día, cada cosa y cada
persona que cruza el camino de un Ser en este Universo sin fin tiene que ver
con aquello que él coloca para sí en su paquete de creaciones y nada más. Y la
criatura feliz bien sabe de todas esas cosas y siente visceralmente cada una de
esas verdades.
Ser feliz es no combatir la Vida,
sino, abrirse a lo nuevo, arriesgarse, intentar, seguir y caminar en un camino
de novedades que siempre va a ser mostrado a lo largo de la etapa física. Y no
temer y sí confiar. Y no asegurar, y sí,
permitirse ir por las piedras de un riachuelo, un riachuelo de alegría y de
paz. Es omitir cada una de ellas en la más profunda sensación de entereza y con
el único propósito, el placer de vivir.
Ser feliz es lanzarse a los
cuidados de las fuerzas Universales confiando en que, como la corriente de un
río, ella siempre los llevará a un único destino, sin importar la velocidad con
que se desciende sobre ella, sin importar su localización y sin importar nada
más allá de su fluir y fluir constante.
Ser feliz es, no mirar los problemas , y sí, las
soluciones y oportunidades de expansión. Es seguir el rumbo del propósito de su
propio Ser y creer absolutamente en lo que él dice y caminar con fe siempre. Es
saber que no hay tramas, destino, fuerzas ocultas planeando y operando para su
mal. Es confiar y sentir en todo y en todos solamente el Bien, siguiendo y
expandiéndose eternamente, de la forma en que le conviene permitir a cada uno.
Solamente eso, el Bien, tan sólo
eso, el Bien, simplemente eso, el Bien!
Eso es ser feliz, eso es la más pura felicidad y garantizamos, ella está ahora
mismo, en cada uno de ustedes, vívanla cuando así lo decidan!
Haya Luz!
ELOHIM
A través de Vinícius Francis
Traducción – Shanti