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lunes, 2 de febrero de 2015

Mensaje de María de Nazareth He traído llamas de amor y de fuego a la Tierra Por Adehenna- María Ruso 3-2-2015





Mensaje de María de Nazareth
He traído llamas de amor y de fuego a la Tierra
Por Adehenna- María Ruso
3-2-2015


Amada hija,  amados niños de mi corazón,  soy María de Nazareth vuestra Madre, reina de los Cielos y de la Tierra.

 Llamas de Amor  y de fuego, rodean la Tierra, se combaten aun en vuestros suelos,  arrasando con  toda oscuridad definitivamente, cuanto se halla a su paso. Son  los finales, los que más cuestan, para que mi corazón  inmaculado por fin  pueda acunaros a todos en  mi regazo.

Una visión has tenido,  amada niña, canal amoroso, de mi rebaño.

Vuestra Madre,  os protege,  no temáis.
La Madre Tierra ya no permitirá más, ser uso de maltratos, ante cualquier intento,  se defenderá.

Madre Tierra ya ha ascendido a otra dimensión, y solo espera que vosotros hagáis lo mismo.

Mis llamas de amor y fuego ya han  sido derramadas por todos los confines de la Tierra,  como se ha anunciado,  y no he venido sola,  Dios Padre me acompaña,  mi Hijo  Jesús,  el ala poderosa de mi amado Arcángel Miguel,  todos los arcángeles,  los gloriosos ángeles y los Maestros ascendidos,  estamos dispuestos que el Reino de Luz, La Ciudad de Luz,  ya ha sido instaurada en  la Tierra.

El amor esta venciendo,  el amor triunfara mas que les pueda pesar,  aquellos que se resisten, y aun  ponen  piedras en el camino. Pues no se han  dado cuenta que mis llamas de amor lo cubren  todo, y amorosamente están  tocando el corazón  de las almas,  los están  bañando permanentemente,  y mi aroma a rosas frescas, se expande como una fragancia que penetra en  lo mas profundo del corazón,  y no podrá salir jamás.

Mis gloriosos ángeles, dejan  mi perfume, como semilla que germinara, y contaminara de amor y mis lenguas fuego transformaran las angustias,  los temores, la venganza,  la violencia, el desamor, en  paz y calma.
La consciencia de mis niños, se elevara, a niveles más sutiles, angelicales diría,  porque yo vuestra Madre,  amo hablaros al oído, con  palabras de esperanza,  amo aliviaros vuestras penas.

No amarguéis mas por las dificultades, en  el nombre de Dios Padre,  y el mío,  encontrareis refugio eterno y confianza. 

Estamos velando por  vosotros.

Con gran amor recuerdos en  mis  tiempos en Nazareth, un día hace frio, mucho frio, y mi niño Jesús me decía
“ Immi, te traigo leña para encender el fuego”

Y encendiendo el fuego, veía su rostro entre las llamas”
“Se iluminaba su alma, y su mirada llena de dulzura y amor formaba olas inmensas, la calidez llenaba  nuestra casa y José y yo,  emocionados por lo que nos hacia  sentir nuestro niño”.


 Nuestra familia es y fue felicísima,  Jesús, nos enseño a amar,  fue una vida vivida con  alegría,  disfrutando cada instante a pleno.

Mi Jesús,  siendo Dios y siendo Hombre, nos conmovía hasta las lágrimas, lagrimas de felicidad.
Y aunque en  mi interior  conocía el dolor de su calvario y muerte. 

Jesús nos contenía y fundamentalmente me aliviaba,  en  mis pensamientos y la incertidumbre de como se sucederían  los hechos. 


Por  eso Yo Maria de Nazareth,  quiero tomar en  Mí,  vuestros sentimientos, sus angustias y traerles llamas de amor y fuego convirtiendo en  cenizas vuestro pesar.
Son  tiempos de amar y amar en  grande. Como lo hizo,  mi niño que se preocupaba por todo.
 
Os contare, Jesús tenia diez años,  y llevaba sandalias de cuero,  mis rosales estaban  llenos de brotes de pimpollos, de varios colores, y vino a mi porque se le había despegado un a cinta de su sandalia, enseguida como Madre,  me preocupe por solucionarle su andar,  pero el me decía.
“Immi,  si voy al Taller y busco un  martillo y una tachuela lo arreglo yo solo” y en  un  instante volvió,  con  su sandalia, arreglada, y corrió rápidamente porque quería hacer una carrera y probar su sandalia.

Y  al volver, estando arreglando mi jardín,  se tropezó conmigo, y una espina del rosal de rosas amarillas, rompió el borde de mi vestido,  se quedo muy afligido. “Y le dije Takini, mi niño, lo puedo arreglar acorto un  poco mi vestido y quedara como antes”.


Ese sentido de responsabilidad  no común  en  esos tiempos fue uno de los aspectos que conmovió a sus discípulos,  era un  verdadero líder.


Pareciera, que estas vivencias no pertenecen para estos tiempos, Jesús fue un  Maestro y su misión  traernos un  mensaje amor, mi misión  es trascender lo que mi niño me enseño entonces  os digo
“He traído llamas de amor y Fuego a la Tierra “
Para vosotros mis bien amados niños de mi corazón.

Estad en paz,  amor  y luz, os María de Nazareth  vuestra Madre.