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viernes, 17 de enero de 2020

Las sacerdotisas y el culto a Vesta





Las sacerdotisas y el culto a Vesta

Los orígenes de las sacerdotisas ,  fueron  muy diversos y variados,  podemos destacar  orígenes,  egipcios ,  también  griegos,  y en  este caso romanos.
 
 El culto a Vesta
Vesta  era una Diosa,  El culto a Vesta es muy antiguo, específicamente en Roma, los romanos adoraban  a esta diosa,   su legado es tan importante que tenía sus propias sacerdotisas, llamadas “vestales”.


Vesta –también conocida como Hestia en la mitología griega- es la diosa del hogar y del  fuego familiar, como la protectora de la humanidad. Es representada como una mujer de gran belleza, con una antorcha en la mano. Su fuego era considerado el centro de la casa porque antes los sacrificios a los dioses se ofrecían en las chimeneas de los hogares.
 Vesta, diosa del fuego sagrado,  los romanos la adoraban,  para  mantener ese fuego que correspondia a la familia,   la unión familiar.


 Debemos recordar,  que antiguamente  los romanos, el rol de las mujeres  era sumiso a la  energía masculina,  o sea el varón,  y en  especial en  este caso los grandes emperadores  romanos,   estaban  interesados,  en  cultivar ese orden  de  la mujer, que solo tenían  derecho a procrear y permanecer  en  su hogar,   y su culto,  era esencial para mantener  ese orden   primordial,  que necesitaban  en  todo sentido,  los romanos.

 Quienes eran  las vestales?
Jóvenes hermosas, educadas e inteligentes que le entregaban –involuntariamente- su vida al servicio de la diosa del hogar.  Eran escogidas por el pontífice máximo cuando apenas eran unas niñas sin derecho a negarse.  Admiradas por todos y envidiadas por muchas, su vida llena de lujos no era siempre fácil de llevar.


Las vestales son unas jóvenes elegidas desde la cuna de entre las más hermosas y nobles del pueblo, cuya función principal es mantener ardiendo el fuego eterno de Vesta. Sus servicios duraban exactamente 30 años: 10 de formación escolar y religiosa, 10 de ejercer la profesión de la Vesta y 10 de enseñar a las nuevas generaciones.


Las vestales vivían en palacios muy lujosos y con todas las comodidades, eran consideradas mujeres sagradas y tenían muchos beneficios, pero su tarea no era nada sencilla: debían mantenerse vírgenes y sin ningún tipo de relación amorosa por 30 años y mantener la llama ardiendo por toda la eternidad.


Si descubrían que algunas vestales habían perdido su virginidad, eran castigadas con una terrible muerte: las encerraban en una cámara de agua, leche y aceite hirviendo hasta su muerte, algunas veces las enterraban vivas y otras las golpeaban frente al pueblo hasta morir.


Perder la virginidad no era el único castigo, si el fuego eterno se apagaba, las vestales de turno lo pagarían con su vida.


¿Dónde vivían las vestales?

En el “Atirum Vestae” un increíble palacio lleno de lujos, de 84 habitaciones que se encontraba al lado del hogar del máximo pontífice de Roma, quien las vigilaba y controlaba constantemente con el propósito de mantener la reputación de las vestales lo más sagrada y pura posible.

Sin  duda las vestales,  eran  sacerdotisas,  y sus vidas estaban  limitadas,  a no poder  desarrollarse  en  su totalidad y poder. 

Se conoce que en  la antigua Roma,  estas a escondidas,  realizaban rituales sagrados del fuego,  para protegerse  de los atropellos,  que la energía  masculina, deseaba  sobre ellas,  pues como eran  sumamente bellas y deseadas sexualmente,  su virginidad  debía permanecer  pura  e inmaculada ante los ojos de la Diosa Vesta.

Adehanna María Rosa R.